sábado, 17 de mayo de 2008

Viaje a Barcelona

16/04/08

Después de una rutinaria jornada de teleoperador y de un soñoliento desplazamiento a Sevilla (espera aparatosa de 3 horas incluida), al fin pude subirme al avión de los sillones de escay y llegó el esperado aterrizaje en la tierra del trasvase rozando las 22:oo zulu.

Allí me esperaban mis primitos con ilusión (aunque a la churri le costó verme) y mi tío Manolo el barquero nos llevó al corazón de la zona franca, punto de partida de una visita tan esperada como prometedora, tan obligada como apetecible, tan de improviso como deseada.

Desembalamos los productos gastronómicos de la tierra y, tenedor en mano, nos dispusimos a saborear los manjares en familia. Teleras de pan, chorizo, morcilla de hígado y butifarra de La Barca se unieron al festín que inauguraba un viaje que no había hecho más que empezar. Mi querida Pepita tuvo que quedarse en tierra con todo mi pesar. Baretos güapos, callejuelas con encanto, la brisa del aire, todo ello lo habría compartido con mi niña sin dudarlo, pero no cabe duda de que una parte de ella está aquí conmigo, la parte que me acompaña siempre hasta el infinito... ¡¡¡Y MÁS ALLÁ!!!


17/04/08

La mañana se despierta a las 10:00 y el desayuno no se hace esperar. Conversación agradable con tita intensa, anfitriona inigualable que me llena de cuidados. Ojeo mensajes y de correo y charlo con Alvarito, que me insta a leer su última creación. Tiene buena pinta, ya veremos.

Tras rallar el mediodía, se presenta Juanma Borrego con su colega "El Ponga", una hora antes de lo anunciado. Manuel Borrego, mi padrino, nos lleva a casa del Sergi y por fin conozco al segundo especimen de la familia Pagan. Echamos unas risas entre flamenco, Tote King y los Delinqüentes. ¿Toma producto andaluz! El Ponga se troncha de risa y establece contactos afectivos con "el de Pooh" y todos sus hijos de distintos tamaños.

Para disgusto de mi tita intensa vamos a comer al Showarma y al Sergi le ponen el cordero con arroz.

Vamos a conocer a "la Isabel", regende del Rincón de Cádiz y natural de Benalup de Sidonia, que tiene puesto canal sur.
- Y a quien no le guste... que se chinche.


Mi primo me pega un megapaseo por los aledaños de su colegio y visitamos el bar de Joan. Subimos por el recorrido de Rocky Balboa has ta llegar al Mnac. Más risas y Juanma aprendiendo capitales. Este chico se va a hacer "un hacha" en geografía. Siempre le gustó la apertura española. Nos cae un chaparrón del copón y el Ponga a lo suyo sigue tronchándose, sin olvidar la bonita vista de Barcelona desde lo alto, con la Plaza de España y las dos torres mellizas (y yo que creí que las mellizas eran tres).

Nos tomamos otra mediana en Suarna. El Ponga hace planes erótico-festivos y vamos al rescate de la churri. Con toda la gracia que llevábamos en el cuerpo, nos fuimos a "Gracia".

Afincado en la parte alta de Barcelona, se trata de un barrio donde el canalleo alternativo encuentra su refugio. Ideas utópicas, aunque no por ello menos buenas, afloran en el ambiente, y desde allí salen los jóvenes que sin duda en un futuro próximo pondrán su granito de arena para forjar el futuro de la ciudad.
Para terminar la jornada, cenita en "Can Punyetes", donde pudimos degustar exquisiteces catalanas varias. Casi perdemos el metro, pero al final llegamos a tiempo al hogar. Pude hablar con mi Pepi, y el día se completó.


18/04/08


Seis y trenta de la mañana. Suena el despertador. Desayuno y ¡A Figueras!


Para que la jornada resultase fructífera, nosotros también tuvimos que poner nuestro granito de arena... a las 6:30 de la mañana, tras apenas 5 horas de sueño a nuestras espaldas, despegamos las pestañas.
Nos esperaba un largo día por delanta, pero las ganas y la expectación hicieron que tuviéramos un buen despertar.

Después de un improvisado traslado, tomamos el tren. Durante el viaje intentamos prepararnos

la visita (sin éxito, pues las extravagancias superaron con creces lo previsto) hojeando el libro de bolsillo del churri, el cual ocupaba la totalidad de la mochila que llevábamos.

Por fin llegamos al museo. Después de subir y bajar escalerar y sufrir algo de overbooking salimos empapador del extraordinario surrealismo de Dalí.















Tras visitar el único bar andaluz de la zona, para repostar después de la intensa jornada cultural, nos dispusimos a disfrutar de los exquisitos manjares (más para unos que para otros...) de la conina argentina. ¡Es que yo quería arrocito!!!!

Como no podía ser de otra manera, nos remojamos un poquito, pero amenizamos el momento deleitando a los figuerenses con unos versos de una gran obra de nuestro amigo Jonathan, y tomando clases de cómo orientar un paraguas en contra del viento, en las cuales recibí un suspenso, un gran suspenso.

Al llegar a la estación, nos dijeron que teníamos que esperar una hora para coger el tren y para hacer tranquilamente un balance del día: ante la lluvia, no sólo hace falta un buen paraguas, sino también una buena veleta, y a Dalí el cabrón siempre se la aguantaban para mear.

Sobre las 20:30 llegamosos a casa. Tiempo justo para ducharnos y comer algo, porque la noche nos esperaba de nuevo. [Por cortesía de mi prima Marga, más conocida como la churri]

Después de un largo día en Figueras llegó la noche, momento en el que nos desenvolvemos mejor.
La noche empezó con una pequeña anécdota económica que por suerte fue solucionada al día siguiente... Yujuuuú...
Bueno, el primer local donde disfrutaron de nuestra presencia fue "El Pipa", un bar que está en la Plaza Real y que como su nombre indica tiene un mini museo dedicado a la pipa de fumar, cosa en la que también nos desenvolvemos sin poblemas.

Tomada ya la primera birrita dela noche dimos un paseo por las calles de Barcelona hasta llegar a otro local llamado "Fiona" en el que duramos bien poco pues estaba hasta arriba de gente.


Decidimos entonces que necesitábamos gasolina para poder seguir caminando y fuimos a otro local llamado "Alma". Lo curioso de este momento fue el juego de las capitales... (illo, el niño seguro que ha estao to' la tarde estudiando). Ya dentro del local y con nuestras bebidas en las manos estuvimos charlando de diversos temas. Seguidamente fuimos paseando por El Borne hasta llegar a otro bar que pintaba bien, el "London Bar", donde también nos vimos en la obligación de probar la cerveza y aquí fue cuando la noche cogió un poquito de tono musical. Empezamos por un "verde que te quiero verde". Luego le siguió "un ramito de violetas" y cabamos grabando chirigotal en el móvil: "Los bordes del área" ¡Que no! ¡Que no! Vaya trío musical.

Después seguimos nuestra ruta y topamos con el Teatro Apolo, en el Paralelo. Allí se encontraba nuestra próxima víctima: "Plataforma". Es una discoteca con música muy variada y con gente variada también. Aquí fue donde la noche cogió ya todo el color que tenía que coger. El alcohol fluía sin parar (si no, que se lo pregunten a nuestras chaquetas) y cómo no, eso se notaba en nuestros cuerpos. Tras aprender esa nueva forma de brindar (apoyando el vaso en la cabeza) y hablar con un coleguita un poco plasta decidimos concluir ya la fiesta. Pero qué mejor forma de acabar el día, acabamos el siguente con un buen bocadillo de lomo con queso. Después del desayuno jugamos un poco al juego ese que tanto nos gusta, el de las capitales. Luego cogimos un taxi para que nos llevara a nuestra humilde morada, para poder así dormir con nuestro humilde morado.

VUELVE PRONTOOOOOO. De tu primo que te quiere un montón.
[Por cortesía de Juanma Borrego, más conocido como "el discípulo"]

19/04/08

Como comenzar dos días de la misma manera los hace rutinarios, el Sábado me desperté a las 15:00, tres de la tarde pa' los despistaos, con la familia Borrego despierta al completo. Nueva comilona de las de mi tía Pepi, y un poquito de los deportes nacionales "Apalanking" y "Rasking balls". Entre que nos duchábamos y no, tardamos en salir, y el décimo de lotería para el Señor Jaime peligró bastante. Al fin pudimos encontrar una administración abierta y la churri dejó de sentirse responsable de hacernos esperar. Las arcas empezaban a bajar y nos dispusimos a buscar un Cajasol. La cosa se complicó al no tener ranura para la cartilla los cajeros en la condal, por lo que dimos más vueltas de las precisas, incluida la calle más larga de Barcelona (y del mundo, dicen, ya que atraviesa París, Buenos Aires y Londrés).
Al final recibí un préstamo de Caja Borrego y pudimos seguir nuestro camino. Cerca del puerto, en el paseo del Borne, tomamos una copa con los titos intensos en un bar con escalera de caracol, cuya camarera nos fotografió ante las insistentes llamadas de mi prima Marga. Surgió el debate de la cerrazón pueblerina y no llegamos a mucho, pero fue interesante contrastar opiniones. Se acercaba la hora de la cena y nos sumergimos en "Tasca y vins", con objeto de saborear más gastronomía catalana, que la verdad es que me ha satisfecho en gran medida.















Llegaron todos los comensales a la cena: Iván y su chorbi, Nacho, Dani, Ponga y Fran. Sori y Sergi se incorporaron después. Eché mucho de menos a mi niña, que habría disfrutado cantidad de la cena. A Nacho, Iván y Sori me apetecía mucho verlos después de su visita por tierras gaditanas y la verdad es que me sentí muy arropado en todo momento.

¡OLE ESOS CATALANES, COÑO!!! OS ESPERAMOS EN AGOSTO

Para cenar pedimos torradas, unos panes que se salen de la bandeja condimentados a gusto del consumidor. Y de beber, tisana de cava. "Vamo a echarlo 'cohoneh' ".
En este ambiente de reencuentros risueños nos esperaba la esperada visita a Marina, que no decepcionó. Fuimos, en metro uno, en coche otros, al barrio donde es Rock es la religión mayoritaria y aterrizamos en el Pepe Bar, Bar de los Suaves para los amigos. Guitarras eléctricas, fotos de Yosi, futbolín... todos eso forma parte del muestrario del bar. Ganamos unas partidas al futbolín y nos tomamos una, y en poco tiempo saltamos hasta "Ovella".
¡Cuántos años esperando este momento!
Primero unas risas con Nacho, la churri y Sori; y después a la "ovella". Mi querida prima me indica el servicio mal, y se lo agradezco, porque me da la oportunidad para conocer bien el local. En una nave con bigas metálicas y techos altos, con muchas mesas de madera repletas de "rockerillos". Nos tomamos varias y nos echan del local para cenar. Volvemos a la calle más "suave" de Marina para entrar en un bar (?) más auténtico que los anteriores. Es una especie de discoteca de Rock donde suenan Celtas cortos, Barricada, Los suaves... Todo un paraíso musical.
En el ambiente se palpa el buen rollito.
Tere canta clásicos del rock; Iván ataca un poco al flamenco ante la indignación de Juanma. Ponga y Dani "ponen las perchas" con la mirada y se organiza una excursión furtiva.
Sori, mi primo, Dani, Ponga, Chano y yo salimos al fresco y nos desmarcamos un poco. Mi prima me llama en vamo para avisarme de que suenan "Los Suaves" (que rica). Y llega uno de los momentos claves de la noche.
Pillan a Fran evacuando residuos y los gorilas lo invitan a salir. Los ánimos decaen ante tal coyuntura, cuando surge la convicción de que cambiando la sudadera con el ponga el portero ya no lo reconocerá. Lo cierto es que nos quedamos y echamos más risas mientras suena "Noche de Rock'n Roll" de Barricada. Están cerrando y vuelven a echarnos: ¡Por favor, vamos salieeeendo!
Nos vamos a la churrería a comprar cervezas y patatas con mahonesa.
Cantamos "un ramito de violetas". Chano se anima, y anima a la peña de la calle. No sé en que momento aparece una mujer que se acopla a la foto. Camino de la churrería, avistamos un guitarreo y ahora somos nosotros los acoplados.
Ya en la churrería, se ponen más perchas y se echan más risas. Compramos cerveza en lata y patatas en vaso y Chano destroza su vaso para relamer la salsa. Dani va a echar una miradita a las perchas cuando empiezan a retirarse las féminas:
- ¿Te vas sóla?
Poco a poco, nos vamos retirando y Juanma, Marga, Nacho, Dani, Ponga, Fran y yo nos subimos al metro. Atrancar la puerta del metro para a ser la diversión de Dani, Juanma y Fran y tras muchas paradas lo consiguen. No tienen bastante y Juanma para el mecanismo de las escaleras mecánicas. Una sudamericana no aguanta más y suelta un melódico:
- ¿No tenéis otra cosa que hacer?

Toca esperar el autobus y el Ponga me deleita con "Jesucristo García" en su móvil. Llega el bus y nos vamos para el barrio. Otro día más se ha completado y sólo queda levantarse y prepararse para partir.

20/04/08

De nuevo me levanto resacoso, preparo la maleta y me dispongo a ir al aeropuerto. Nos vamos todos después de haber desayunado, grabado las fotos y escrito en el diario. Sólo queda embarcar las maletas, comprar unos décimos y volar de regreso a Sevilla, donde me espera la niña más bonita del universo. Quedamos con Rubén y Cristina para recoger la invitación de la boda y de vuelta a Paterna.

martes, 13 de mayo de 2008

Los prestamistas

Hagan una prueba.
Vayan a cualquier tienda de ropa, ya sea de hombre o mujer, e intenten encontrar alguna prenda que no esté escrita en inglés. Les aseguro que no tendrán más remedio que desistir en el intento.
Diariamente nos cruzamos con jovencitas y no tan jovencitas; con chavales y hombres seniles ataviados con serigrafías, logotipos o simples letras cuyo significado a veces desconocen.
Me llena de rabia observar con impotencia cómo nos cargamos nuestro idioma utilizando términos ingleses que reemplazamos por el equivalente español sin titubear: parking por aparcamiento, hobby por afición, overbooking por atasco...
La encrucijada tecnológica hace a veces inevitable la colisión y el contacto de dos lenguas, pero hemos de recordar que en esta lucha tenemos mucho que ver los hablantes, que seremos quienes finalmente perpetuaremos la supervivencia o no de la palabra a través del uso.
El diccionario panhispánico de dudas aconseja no usar términos de un idioma extranjero cuando hay un vocablo disponible en nuestro idioma con el mismo significado.
Mis ideales distan mucho de ser conservadores, pero yo les diría a nuestros casi vecinos anglosajones que no sean tan solidarios a la hora de cedernos sus vocablos, que ya tenemos a los prestamistas grecolatinos y no nos cambiamos la chaqueta tan fácilmente.